Parece mentira, no me lo esperaba; sin pena la suerte de mí se burló. Me siento un otario, un nene de pecho, aunque el documento me bate que no.
Borracho ´e pasiones anduve en la vida; ninguna mordida mi bobo aguantó y ahora que amarro más cerca del arpa me abrocha esta naifa y atrasa el reloj.
Si me lo dijo la barra... “La Internet no es para vos, que sos un capo atorrante y siempre vas pa´ adelante con tu labia de macró”. ¿Pa´ qué me habré conectado a esta trampa, digo yo? Ahora mi cuore está en llamas, ya no registro otras damas, [ésto del chat es un drama ya no soy un gigoló.]
El flaco Miseria en tren de ayudarme a su terapeuta me recomendó; ochenta morlacos pa´ oír mis lamentos y en treinta minutos, sin más, me rajó.
Parece mentira, me siento un tilingo; buscaba avivarme y alquilé un buzón ahora resulta que estoy enviciado, y vivo encorvado, clavado al sillón.
CIBERGALÁN
ResponderEliminarParece mentira, no me lo esperaba;
sin pena la suerte de mí se burló.
Me siento un otario, un nene de pecho,
aunque el documento me bate que no.
Borracho ´e pasiones anduve en la vida;
ninguna mordida mi bobo aguantó
y ahora que amarro más cerca del arpa
me abrocha esta naifa y atrasa el reloj.
Si me lo dijo la barra...
“La Internet no es para vos,
que sos un capo atorrante
y siempre vas pa´ adelante
con tu labia de macró”.
¿Pa´ qué me habré conectado
a esta trampa, digo yo?
Ahora mi cuore está en llamas,
ya no registro otras damas,
[ésto del chat es un drama
ya no soy un gigoló.]
El flaco Miseria en tren de ayudarme
a su terapeuta me recomendó;
ochenta morlacos pa´ oír mis lamentos
y en treinta minutos, sin más, me rajó.
Parece mentira, me siento un tilingo;
buscaba avivarme y alquilé un buzón
ahora resulta que estoy enviciado,
y vivo encorvado, clavado al sillón.